Consejos para comprar una empresa

Lecciones prácticas para comprar una compañía

Las principales razones del comprador para adquirir una empresa son las de invertir en una compañía sinérgica, ampliar la gama de productos, acceder a nuevos mercados y mejorar los costes, como publica el periódico Expansión en su artículo «Lecciones prácticas para adquirir una compañía» del pasado 8 de octubre de 2013.

En el artículo, Juan Pérez-Carballo recomienda al comprador «identificar qué puedes aportar tú para mejorar los resultados de esa firma que sus actuales gestores no están haciendo. De este modo, podrás crear y retener un valor adicional al actual para obtener una rentabilidad superior a la normal». Para sacar el mayor partido posible a la operación de compra es importante tener en cuenta «tu capacidad para negociar el precio, el grado de urgencia que tenga el vendedor para cerrar la operación y los errores que puedas cometer en la valoración de la empresa objetivo»

Después de analizar la situación actual y haber formulado al vendedor las preguntas oportunas para conocer el estado de salud de la empresa, es el momento de llevar a cabo la due diligence, algo «imprescindible para garantizar que la compra se realiza en los términos que has planificado» donde «hay que revisar la propiedad y valoración de los activos; hacer un inventario completo de sus deudas reales y potenciales; comprobar que no existen pasivos ocultos; e identificar y cuantificar los riesgos existentes de todo tipo, especialmente los laborales, legales y fiscales» explica el Director General de Converthia, Juan Pérez-Carballo, quien además facilita los pasos clave en el proceso de la compra:

  • Tener claro qué es lo que se precisa comprar y asegurarse de que se conoce bien el negocio.
  • Analizar empresas alternativas que puedan ser candidatos solventes.
  • Utilizar un profesional para iniciar los contactos.
  • Evaluar al candidato a través de la Nota Ciega.
  • Solicitar el cuaderno de venta y firmar un acuerdo de confidencialidad.
  • Revisar exhaustivamente la información disponible.
  • Preparar un plan de negocio propio.
  • Estimar el valor de la empresa en venta con la ayuda de un experto.
  • Negociar los términos del contrato, y no sólo el precio.
  • Asegurar que se han revisado todos los riesgos.
  • Firmar una carta de intenciones preliminar.
  • Contar con asesoramiento experto en materias legales y fiscales.
  • Encargar y realizar la due diligence.
  • Solicitar las garantías adecuadas.
  • Cerrar el acuerdo final a través del contrato de compraventa.
  • Hacer el seguimiento de las condiciones estipuladas en el contrato.

Como conclusión, «No se debe hacer de la compra una apuesta personal, porque es más habitual arrepentirse de una mala compra que de no haber comprado».