El Banco Central y Poncio Pilatos

Los clientes de las entidades financieras pueden dirigir sus reclamaciones sobre las prestaciones bancarias al servicio correspondiente del Banco de España. Este servicio atiende las quejas que presentan los usuarios de las entidades que supervisa, originadas por los presuntos incumplimientos de las entidades reclamadas, de la normativa de transparencia y protección de la clientela o de las buenas prácticas y usos financieros. Sobre la aplicación de la base de cálculo -el falso dilema entre 365 y 360 días del denominador en el cálculo de los intereses- este Servicio en una de sus intervenciones planteaba (Memoria del Servicio de reclamaciones 2010. Banco de España, pág. 164).

  • “Cada entidad puede elegir aplicar el año comercial o el natural en las operaciones de préstamo que oferte, si bien debe venir claramente especificado en el documento contractual cuál es el año elegido para el cálculo de los intereses… para que el cliente pueda comprobar en cada liquidación que el cálculo efectuado por la entidad se ha ajustado a lo pactado contractualmente.”
  • “El uso de la base de cálculo 360 se ha venido considerando como un «uso bancario», establecido por la práctica reiterada del mismo por parte de las entidades financieras, y, como tal, fue… recogido en las Memorias del Servicio de Reclamaciones, en las que se advertía, no obstante, que su validez actual, dado que carece de razón técnica, debía ser debatida, en su caso, por el órgano judicial competente, como instancia adecuada para establecer la validez y alcance de las cláusulas de los contratos.”

El Banco parece inhibirse, por carecer de competencia en esta materia, y deja que sea el juez quien decida si el año tiene 365 o 360 días. Ello permite imaginar cuántas reclamaciones de menor cuantía llegarán a esta instancia judicial dados los elevados costes del proceso. Además, si bien la gran empresa cuenta con profesionales capaces de identificar estas prácticas y poder para evitarlas, las Pymes y los particulares tienen menos fortuna. Para ellos, acudir al Banco es como hacerlo al palacio de Poncio Pilatos.